SolarLab, el laboratorio solar de Statkraft Perú en las alturas de Junín

SolarLab, el laboratorio solar de Statkraft Perú en las alturas de Junín

Los antecedentes del SolarLab se remontan al 2019, cuando la empresa de capitales noruegos se hizo una pregunta: ¿de verdad no hay posibilidades de parques solares en los Andes? 

Hay un proyecto fotovoltaico, mejor dicho, un centro de investigación de los rayos del sol en las elevaciones peruanas, en la región Junín. Es un emprendimiento audaz denominado SolarLab y la finalidad de este es determinar si en los Andes peruanos las posibilidades de instalar parques solares son muchas, pocas o acaso no existen, y acaso más importante aún, responder a la pregunta de cómo se comportan los paneles solares en los Andes sudamericanos. Esto es lo que busca hallar SolarLab, una idea de Statkraft Perú. Mejor lo explica Juan Antonio Rozas, el country manager de la compañía: “Más precisamente, SolarLab es un proyecto fotovoltaico de pequeña escala (40kWp) para probar paneles con distintas tecnologías y estructuras en condiciones geográficas y climáticas poco estudiadas en el Perú”.

Conocimiento tiene un precio, y poner a punto el SolarLab le ha costado a la organización unos US$300,000.

¿Cuándo surgió la idea? Los antecedentes del SolarLab se remontan al 2019, cuando la empresa de capitales noruegos se hizo una pregunta: ¿de verdad no hay posibilidades de parques solares en los Andes? Viendo la limitada entrada de proyectos fotovoltaicos en Perú, y la rápida evolución del mercado, Statkraft decide ejecutar un proyecto piloto que les ha servido para adquirir experiencia en la construcción de este tipo de tecnología y conocer las distintas aplicaciones de almacenamiento de la energía solar y su comportamiento en las alturas. “Es importante resaltar la adquisición de datos para evaluar el rendimiento de paneles bifaciales y thin-film, con poca presencia en Perú y contrastarlo con los valores teóricos dados por los fabricantes”, explicó Rozas. “Igualmente, el comportamiento de los inversores en altura es otro tema que investigaremos”.

El conocimiento tiene un precio, y poner a punto el SolarLab le ha costado a la organización unos US$300,000. Subraya el ejecutivo, con el que hablamos a través del correo electrónico, que actualmente están en una fase inicial de adquisición de datos de generación y validación de los registros de radiación, albedo y meteorológicos. En otras palabras, por el momento, este centro de investigación está recolectando datos duros y diferentes contextos y temporadas. Luego tocará tamizar la información y separar el oro solar del ripio. “SolarLab es un centro de capacitación y pruebas para el equipo de Statkraft, mejorando los procesos de operación y mantenimiento, y trabajando en nuevos desarrollos”, remachó el country manager de Statkraft Perú. “El proyecto seguirá creciendo según aparezcan nuevas tecnologías fotovoltaicas en el mercado.

Tecnología

Técnicamente, el SolarLab emplea estructuras relacionadas con la tecnología solar como thin film, monocristalinas, policristalinas y bifaciales. En la composición de las celdas fotoeléctricas de los paneles monocristalinos, bifaciales y policristalinos, el elemento semiconductor es el silicio, mientras que en los paneles thin-film, “en nuestro caso optamos por CIGS (cobre, indio, galio y selenio)”, explicó Rozas. “Respecto a la eficiencia, los paneles bifaciales tienen ventaja, ya que pueden generar energía tanto en el frontal (radiación directa y difusa) como en la cara posterior (reflejo de la radiación solar sobre otros objetos o superficies: albedo). Por su estructura, las celdas monocristalinas son las más eficientes y más caras de producir, ya que se fabrican a partir de un único cristal de silicio laminado”.

El SolarLab tiene una capacidad instalada de 40kWp repartidos en cuatro instalaciones independientes pero conectadas al mismo tablero de transferencia. Para validar la eficiencia de los paneles y el rendimiento de los inversores, Juan Antonio Rozas y su equipo consideran la configuración de 1.000VDC por string (14-18 paneles en serie), usando inversores de 10kWp. Este tamaño de instalación, precisa, genera que la operación y mantenimiento sea manejable y el proyecto, fácilmente escalable.

El SolarLab tiene una capacidad instalada de 40kWp repartidos en cuatro instalaciones independientes pero conectadas al mismo tablero de transferencia.

Progresivamente, la capacidad instalada del SolarLab será ampliada añadiendo nuevos tipos de paneles e inversores, según la evolución del mercado y la necesidad de probar nuevas tecnologías. Actualmente la compañía trabaja con su equipo de desarrollo e investigación de Statkraft para el tratamiento de datos, mientras avanzan las negociaciones para cerrar un acuerdo de colaboración con una universidad peruana para desarrollar proyectos de investigación en las instalaciones del SolarLab.

Por lo común, los paneles solares están ubicados en el Norte o Sur del Perú pero en Statkraft quieren ir a contracorriente pues saben que la zona centro del país, no costera, tiene índices de radiación similares al norte, y con la ventaja de temperaturas medias más bajas. A juicio de Rozas, esta diferencia de temperatura mejora la eficiencia de los paneles e inversores. Ahora bien, admite que las condiciones en el sur peruano para los parques solares son imbatibles pues es uno de los lugares del mundo con mayor potencial solar, aunque el centro del Perú “sigue siendo una opción a tener en cuenta”.

Ahora los planes de Statkraft en el corto plazo con SolarLab son continuar adquiriendo experiencia en tecnología de paneles fotovoltaicos para aplicarlo a futuros proyectos minimizando los costos de operación y mantenimiento y “dar visibilidad a un recurso tan importante para Perú como es la energía solar”.  Statkraft es una empresa dedicada a las energías renovables. Hoy en Perú, Statkraft opera nueve centrales hidroeléctricas y todo el portafolio de proyectos está basado en renovables en todo el mundo. “Hoy estamos más enfocados en el desarrollo de tecnologías eólicas y solares, pero sin dejar de mirar el hidrógeno verde y otras tecnologías competitivas que puedan tomar fuerza en los próximos años”, reseñó Rozas. A la pregunta de si la empresa actualmente negocia con algunas otras mineras la implementación de energías renovables en la zona de Junín, acaso Chinalco con Toromocho, el ejecutivo respondió que actualmente se encuentran evaluando proyectos “atrás del medidor” para diferentes clientes cuyas operaciones están ubicadas en zonas donde el recurso renovable es importante. “La tecnología solar se adapta muy bien a estas necesidades pues el recurso es abundante, más aún en la zona sur del país y el costo de desarrollo ha disminuido considerablemente”, acotó. “Sin embargo, también evaluamos la posibilidad de desarrollar estos proyectos en base a otras tecnologías renovables”.

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